El CCMSS cumple 12 años de acompañarlos en ese importante y valioso esfuerzo

La parte alta de la cuenca Amanalco-Valle de Bravo esta habitada por comunidades campesinas que son los legítimos propietarios de esas tierras. Esta parte de la cuenca tiene especial importancia por los servicios ambientales que brinda tanto a los habitantes del Estado de México como de la Ciudad de México ya que el agua que recoge contribuye de manera importante al funcionamiento del sistema Cutzamala. Esta cuenca abarca una superficie de 61,593 hectáreas de los municipios de Amanalco y Valle de Bravo, y superficies menores de los municipios de Donato Guerra, Villa de Allende, Villa Victoria, Temascaltepec, y Zinacantepec.

Los servicios ambientales que este territorios campesinos aporta son de gran importancia para la población a nivel regional, entre estos se encuentran: abastecimiento local de agua de calidad, suficiente para consumo y producción frutícola​; seguridad alimentaria, con sus más de 800 manantiales, la cuenca permite a los habitantes producir milpa y una gran variedad de hortalizas que son la base de la alimentación; aprovechamiento de recursos forestales maderables y no maderables: 80% de las autorizaciones de aprovechamiento forestal son ejidales o comunales; e identidad cultural, siendo cuna de las culturas mazahua y otomí​.

A nivel global también la cuenca Amanalco – Valle de Bravo aporta servicios ecosistémicos de gran relevancia como: provisión de agua de calidad, aproximadamente el 10% del agua que se consume en la Ciudad de México y su Zona Metropolitana proviene de esta cuenca; recursos forestales maderables y no maderables, la cuenca tiene más de 35,000 hectáreas de bosques que proveen materias primas como madera, leña, hongos y plantas; captura de CO2, contribuyendo así a mitigar el cambio climático; belleza escénica, paisajes de la cuenca convocan a más de 200,000 turistas al año; hogar de cientos de especies de flora y fauna, hábitat de la mariposa monarca y otros cientos de especies de flora y fauna.

Sin embargo, en las últimas décadas la cuenca ha sufrido una serie de problemas que han generado deterioro y degradación tanto de los recursos naturales como de los medios de vida de los campesinos​, teniendo como consecuencia la pérdida de biodiversidad​; deterioro de medios de vida rurales, pérdida de conocimientos y prácticas tradicionales, migración​; enfermedades por contaminación del aire, agua y suelo; baja productividad de los terrenos agrícolas (círculo vicioso)​; daños a la infraestructura hidráulica con altos costos de potabilización del agua​y azolvamiento y eutrofización de la presa Valle de Bravo​

En el 2007 el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible comenzó a trabajar en la Cuenca Amanalco – Valle de Bravo. Desde ese momento, junto las comunidades y los grupos campesinos de la zona se estableció un mecanismo de pago por servicios ambientales a partir de un esquema sustantivamente diferente a operado por gobierno. Se trata de un esquema reconoce y premia el manejo y esfuerzo que hace la gente de su tierra para contribuir a generar paisajes rurales prósperos y sustentables con impacto positivos en escalas de parcela, núcleos agrarios y cuenca.

Así nació el PASMIT: Pago por Servicios Ambientales para el Manejo Integrado del Territorio, como incentivo a propietarios del territorio en la parte alta de la para realizar acciones de manejo sostenible de los recursos naturales, y con ello, contribuir a mejorar la calidad de los servicios ambientales de la misma.Este “Pago por Servicios Ambientales” busca contribuir a solventar los costos adicionales de sí hacer, es decir de manejar mejor la agricultura,  los bosques, los suelos, el agua y la biodiversidad. Para ello las comunidades diseñan e implementan Planes Operativos Ejidales anuales (POE).

El enfoque del PASMIT toma como base a las comunidades como agente de cambio en el modelo de manejo territorial

  • La planeación territorial desarrollada por las comunidades es la base de la intervención.
  • Los planes operativos de manejo territorial son implementados por las comunidades.
  • Los ejidos y comunidades desarrollan sistemas productivos que hacen rentable el manejo sustentable de los recursos naturales.
  • Los ejidos y comunidades fortalecen sus estructuras de gobernanza a través de las actividades de este programa.
  • El Consejo Civil facilita estos procesos, de acompañamiento técnico continuo, gestiona y canaliza recursos económicos a través del PASMIT y acerca herramientas de administración eficiente y transparente a las comunidades participantes.

El mecanismo PASMIT mediante un fideicomiso privado, con fondos provistos por diferentes donantes , canaliza recursos y esfuerzos tres ejes: 1 Manejo y protección de los recursos naturales:​mejores prácticas forestales, mejores prácticas agrícolas y restauración y conservación.​2 Fortalecimiento de la gobernanza y el capital social:​planes de Mejoras Administrativas Ejidales, acuerdos de Asamblea para mejorar la organización e impulso a sistemas productivos sustentables. 3 Preparación para la certificación de buen manejo forestal e inversión en sistemas productivos locales como la producción sustentable de madera y carbón, el ecoturismo y la producción orgánica de alimentos. ​

Trabajos alcanzados por las comunidades y ejidos de la cuenca Amanalco – Valle de Bravo en 12 años de caminar de la mano del PASMIT 

–       25% de la cuenca Amanalco – Valle de Bravo cuenta con Manejo Integrado de Paisajes. Esto implica que las decisiones que sus habitantes acuerdan sobre sus territorios, toman en cuenta todo su contexto, porque sabemos que lo que hacemos en un lado, repercute en otros.

–       Durante todo el periodo de implementación del PASMIT han participado 20 núcleos agrarios de los cuales cinco son comunidades indígenas y el resto son ejidos. Mediante el trabajo con estos núcleos el PASMIT ha logrado beneficiar directamente a 2,271 ejidatarios y comuneros de los cuales el 27% son mujeres.

Manejo agrícola sustentable

Programa cero deslaves​. 755 hectáreas con prácticas de conservación de suelo y agua, lo cual evita la erosión de aproximadamente 25,000 toneladas de suelo fértil al año.​ Los resultados son inspiradores pues como parte de este programa, se construyeron 23 kilómetros de canales de infiltración. Se sembraron 3,911 árboles frutales, 1461 nopales y 1225 magueyes.

Programa agricultura orgánica​con 413 ha de tierras agrícolas. 1,333 ton. de composta bocashi​. 98,800 litros de insumos orgánicos (sulfocálcico, biofertilizante, caldo de ceniza etc.)​. Tan solo en este último año 118 productores transformaron 153 hectáreas de cultivos en parcelas orgánicas.

Comunidades de aprendizaje. Con el programa deAnimadoras campesinas, 17 promotoras impartieron 113 talleres con grupos campesinos para capacitación en elaboración de biofertilizantes y caldos minerales.

Mejor Manejo Forestal

•     10 ejidos cuentan ya con certificado de buen manejo forestal (4 con el estándar internacional FSC y 6 bajo la Norma Mexicana). ​

•     3 ejidos avanzaron en la cadena productiva de la madera: pasaron de vender en pie de monte a pie de aserradero​

•     Mejor control de los procesos de producción y diversificación de los productos forestales​

•     14,000 árboles reforestados​

•     275.88 hectáreas de actividades de mantenimiento a la reforestación, como el chaponeo y deshierbe, ​

•     51.8 km de brechas cortafuego​

•     157.53 ha aclareadas / podadas​

Restauración​

155 hectáreas de bosque degradadas fueron restauradas.​ 26,000 árboles sembrados en  reforestaciones dedicadas a la restauración.​

Restauración de las microcuencas:​

•     Microcuenca los Ahogados​

•     San Juanito​

•     La Monera​

•     Capulin 3ª sección​

•     San Vicente​

•     Loma de Rincón de Guadalupe​

•     Además 29 km de caminos restaurados​

Restauración de manantiales. 15 manantiales restaurados y con obras de conservación.​En el 2019, 7 núcleos agrarios ejecutaron 10 actividades de restauración y protección del territorio dentro de ellas la Comunidad de San Juan Atexcapan, el Ejido San Jerónimo y el Ejido San Mateo que llevaron a cabo actividades de manejo y protección de manantiales de agua. Además, la Comunidad San Juan Atexcapan dio mantenimiento y restauración de la laguna y reforestó el bordo con un sauce llorón. Así se recupera la función ecológica de la laguna como humedal y el paisaje como espacio comunitario.

Restauración de la Subcuenca del río Amanalco​

•     Humedal piloto, Sistemas domésticos de tratamiento de aguas residuales, Recuperación de espacios públicos alrededor del

Impacto social

Actividades de planeación y ordenación territorial

  • Ordenamientos Territoriales Comunitarios
  • Evaluaciones Rurales Participativas
  • Elaboración de Planes Operativos Anuales

Actividades de fortalecimiento a la gobernanza y el Capital Social. Archivos y oficina. Transparencia y rendición de cuentas. Asambleas excelentes. Control del aprovechamiento forestal. Inclusión de la mujer en las iniciativas comunitarias, por ejemplo en el 2019 los núcleos de San Jerónimo, San Mateo y Corral de Piedra, se llevaron a cabo talleres diagnóstico participativos con mujeres ejidatarias y avecindadas para conocer sus inquietudes.

Impacto económico

Actividades de impulso a los Sistemas Productivos Locales. Certificación del buen manejo forestal comunitario. Proyectos forestales comunitarios: Producción e industrialización de la madera, producción y comercialización de carbón certificado, producción de plantas en viveros comunitarios. Proyectos comunitarios ecoturísticos y de aventura. Ejemplo de ello son tres núcleos agrarios que en el 2019 invirtieron en el fortalecimiento de proyectos productivos forestales maderables, dos más en proyectos ecoturísticos o de aventura y uno en gestión de procesos de certificación forestal.