A pesar de que cada vez hay un mayor consenso sobre la importancia de la conservación de los ecosistemas para asegurar los servicios ecosistémicos que éstos proveen, y de los cuales dependemos, éstos se enfrentan cada día más a severas amenazas. Los incendios forestales ponen en riesgo la estabilidad de bosques a lo largo del país cada año, de enero a junio en la zona centro norte, noreste y sur del país y de mayo a septiembre en la zona noroeste del país. ¿Qué participación tienen las comunidades y ejidos forestales en la prevención, el control y la provocación de incendios forestales? El presente estudio es del caso de la subcuenca Amanalco Valle de Bravo sobre el tema.


Cuando se rompe ese equilibrio entre los bosques y los incendios, se pone en riesgo la biodiversidad y la salud y economía de las poblaciones. Los incendios exponen los suelos forestales, dejándolos más vulnerables a la erosión. Entre los principales impactos de los incendios forestales se observa la pérdida de cobertura vegetal. Especialmente susceptibles son las plantas del sotobosque que están cerca del suelo cuya pérdida reduce la capacidad de infiltración de agua del bosque, entre ellas varias especies medicinales y hierbas de importancia en los medios de vida sostenible de comunidades campesinas. Asimismo, de líquenes (asociación simbiótica de hongos y algas con efectos sobre la generación de suelos). Los incendios también impactan a las ya vulnerables poblaciones de fauna silvestre directamente y por la pérdida de hábitat y alimento (CONAFOR, 2010).


La combustión genera contaminación de la atmósfera, lo cual puede tener impactos a la salud por enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Se estima que la contaminación proveniente de incendios forestales causa por lo menos 250,000 muertes prematuras. Esto se aúna a los gastos ocasionados por los costos de la prevención y manejo de incendios aunados a las pérdidas por afectación a recursos renovables tales como la madera. Finalmente, la combustión de biomasa libera CO2 a la atmósfera generando un círculo vicioso en el cual los incendios contribuyen a la emisión de gases de efecto invernadero lo cual aumenta los riesgos de incendios (Seymour & Busch, 2016).


Para comprender mejor el trabajo, tiempo y recursos invertidos por las comunidades y ejidos forestales en el control de los y para comprender las causas de los incendios en esta subcuenca en particular, la Iniciativa Agua y Paisajes Sustentables del CCMSS, llevó a cabo un estudio de las comunidades forestales con las que trabajamos en la cuenca de Amanalco-Valle de Bravo.

 > DECARGA AQUÍ E INFORME COMPLETO: LA PREVENCIÓN Y EL CONTROL DE INCENDIOS DESDE LAS COMUNIDADES DE AMANALCO-VALLE DE BRAVO