En tiempos de emergencia, la Iniciativa Agua y Paisajes Sustentables del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS) aporta la visión del manejo integrado del territorio, basado en la planeación participativa frente al deterioro de en la Cuenca Amanalco-Valle de Bravo causado por la rápida urbanización y crecimiento desorganizado de las poblaciones humanas, contaminación del agua por agroquímicos y aguas residuales, arrastre de sedimentos y deficiente saneamiento del agua.

La Cuenca Amanalco-Valle de Bravo reviste de especial importancia para la provisión de agua, recursos forestales maderables y no maderables, mitigación del cambio climático, hábitat para la biodiversidad, belleza escénica y otros bienes y servicios para los habitantes del Estado de México y la Ciudad de México.  Los ríos y manantiales de la cuenca abastecen la presa de Valle de Bravo, que aporta el 40% del agua potable del Sistema Cutzamala.

Nuevamente emergen señales de alerta ante las alteraciones de las condiciones naturales de la cuenca originadas por diversos elementos, entre ellos la problemática de las aguas residuales que se relaciona con los deficientes o inexistentes servicios públicos de drenaje, alcantarillado y tratamiento de aguas negras. En Amanalco, la planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) no funciona y el drenaje de las principales localidades es descargado directamente al río Amanalco, esto provoca una alta concentración de nutrientes (nitrógeno y fósforo) y patógenos en los ríos y finalmente en la presa de Valle de Bravo que está en estado eutrófico y sufre periódicamente florecimientos de microalgas y cianobacterias. [1]

El Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible tiene la certeza de que la problemática de la Cuenca Amanalco-Valle de Bravo debe atenderse de manera integral con enfoque transversal del mejoramiento los medios de vida campesinos mediante buenas prácticas de manejo del suelo, agricultura orgánica, la diversificación de cultivos y fomentando las cadenas de valor. De la misma forma es preciso regenerar los paisajes agrícolas a través de revivir la producción campesina, evitar la erosión de los suelos, hacer un manejo agrícola a escala de parajes, recuperar tierras abandonadas y generar corredores biológicos.

El trabajo de la Iniciativa Agua y Paisajes Sustentables del CCMSS contribuye en la cuenca con acciones en el corto y mediano plazo para sanear la calidad de agua en los escurrimientos superficiales de la cuenca. Entre otras acciones incluye: 1) Mantenimiento de la cobertura forestal del suelo. 2) Promoción de la puesta en funcionamiento de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de Amanalco por un periodo de tres años. 3) Construcción de humedal de pulimento en la PTAR para retirar nutrientes (nitrógeno y fósforo). 4) Impulso y acompañamiento de la construcción del humedal artificial del hospital rural de Amanalco 5) Instalación de sistemas piloto de tratamiento de aguas residuales con humedales domésticos y multifamiliares en sitios prioritarios. 6) Tratamiento a las aguas grises domésticas antes de ser descargadas en canales, arroyos o jardines. 7) Restauración de arroyos, barrancas y manantiales. 8) Capacitación y sensibilización comunitaria para reducción, manejo, tratamiento y disposición final de aguas grises y negras. 9) Fomentar la agricultura sustentable 10) Monitoreo continuo de la calidad del agua en puntos estratégicos para entender el impacto de los procesos productivos que aporte información útil para la toma de decisiones sobre el saneamiento, el agua y los ecosistemas de la cuenca.

Conscientes de la apremiante situación de emergencia de los últimos tiempos, la Iniciativa Agua y Paisajes Sustentables del CCMSS ha puesto en marcha tres programas de agricultura campesina: 1. Cero deslaves o “Nazo nu hoi” que en otomí quiere decir “tierra buena”: Para evitar la pérdida de suelo de las parcelas agrícolas ocasionada por la erosión hídrica y eólica, prevenir la contaminación del agua por sedimentos y evitar que se azolven los cuerpos de agua cuerpos de agua, mediante la implementación de diseños hidrológicos en las parcelas que se componen de canales de infiltración, barreras rompevientos, cercos vivos, surcado a nivel o con pendiente controlada, cobertura natural, rotación y diversificación de cultivos. 2. Agricultura orgánica: dirigido a familias campesinas que quieren eliminar el uso de agroquímicos que dañan la tierra, el agua, el aire, la biodiversidad y la salud, esto se  consigue  con acompañamiento cercano y se genera un intercambio de experiencias entre campesinos para poder expandir el conocimiento para el uso de técnicas orgánicas en la producción de alimentos. 3. Comunidades de aprendizaje: fortaleciendo grupos campesinos para puedan comercializar sus productos, capacitarse en temas de agricultura orgánica, monitoreo del agua, mercadeo, etc., y a su vez se sumen al proyecto de expandir los saberes y conocimientos campesinos en su cuenca.

Para disminuir las afectaciones visibles a la presa del Valle de Bravo se debe mirar más allá de la presa e intervenir en el manejo integrado de la cuenca alta, prevenir que lleguen aguas negras, basura, tierra y agroquímicos a los ríos y finalmente a la presa. Desde las comunidades hasta la ciudad, agua limpia para todos.

[1] Entre 2012 y 2015, estudios del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM reportan que el río Amanalco le ha aportado a la presa entre 150 y 200 toneladas de nitrógeno total por año, además de entre 20 y 40 toneladas de fósforo total por año.